CÓRDOBA
Templo Claudia Marcelo Mosaico de Polifemo y Galatea

El Templo Romano está ubicado en la confluencia de la Calle Claudio Marcelo con la de Capitulares siendo su límite posterior la Calle María Cristina. La titularidad de los terrenos donde se asienta el yacimiento corresponde al Ayuntamiento de Córdoba y sobre él se levantaban las antiguas casas consistoriales.
Conocido popularmente como Templo Romano de Claudio Marcelo, esta zona de Córdoba, pudo constituirse entre los siglos I y II d. C. como el foro provincial de la Colonia Patricia, título que recibió la ciudad durante la dominación romana.
Las primeras noticias sobre el edificio se remontan a 1576 con la aparición de importantes vestigios durante las obras de construcción del nuevo Ayuntamiento. Sin embargo, no es hasta 1951 cuando se inicia la labor de investigación arqueológica por el entonces director del Museo Arqueológico de Córdoba Samuel de los Santos Gener. La incorporación a partir de 1958 de García y Bellido a estas labores permitió la interpretación de las estructuras de sillería y opus caementicium y los elementos arquitectónicos -capiteles, fustes, basas y cornisas- de mármol blanco encontrados, como pertenecientes a un gran edificio religioso de época imperial
Excavaciones más recientes han llevado a considerar este templo como el edificio principal de un complejo monumental concebido de forma unitaria -aunque ejecutado en varias fases consecutivas-, que se situaba extramuros junto a la entrada Este de la Vía Augusta.
De orden corintio, con enormes capiteles, se trataba de un templo próstilo con seis columnas exentas en su fachada principal orientada al Este y diez columnas en los lados largos, si bien siete de ellas eran en realidad semicolumnas adosadas al muro de la cella, a la que antecedía un pronaos del que la separaba un potente muro.
El templo romano de la Calle Claudio Marcelo en Córdoba no es un monumento cualquiera. Hablamos de un BIC, que se sitúa junto al ayuntamiento de la ciudad y cuyas columnas lo presentan como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Córdoba romana.
Se está intentando reconstruir parte de la escalinata y, por medio de pasarelas, hacerlo visitable para poder así abrirlo al público.

Esta obra, una de las más importantes del imperio romano, representa una escena de amor inspirada en el poema de Filoxeno de Citerea "El Cíclope" de la literatura helenística, obra mitológica que también sirvió de inspiración al poeta y dramaturgo cordobés Luis de Góngora y Argote para escribir la fábula "Polifemo y Galatea".
El gigante Polifemo fue uno de los cíclopes de Sicilia, hijo de Poseidón (Neptuno) y conocido en la mitología por devorar a varios compañeros de Ulises que lo dejó ciego. Amó a Galatea y mató a su amante el pastor Acis, aplastándolo con una roca.
En la parte izquierda del mosaico se representa a la ninfa Galatea, desnuda y adornada con ricas joyas, con un manto que cubre sus piernas y sentada sobre un ketos, monstruo marino con cabeza de lobo, cuerpo de serpiente y cola de cetáceo, mientras, a la derecha, el gigante Polifemo le está declarando su amor. Polifemo aparece desnudo con una piel de leopardo que cubre sus muslos y empuñando un cetro, un largo pino del que cuelga un caramillo, instrumento musical.
Este mosaico no tiene protección cultural, ni sigue ningún proceso de conservación.